Gaara, que entabló con Naruto una profunda amistad a raíz de los sucesos de la primera parte, se ha convertido en el Kazekage de su aldea. Además, dado que es un jinchūriki, ha atraído la atención de Akatsuki. Por este motivo, Sasori y Deidara llegan a la aldea se infiltran gracias a la ayuda de un miembro de la aldea oculta de la arena, y Deidara emprende una infiltración que termina cuando lo descubre Gaara. Deidara se las ingenia para penetrar la defensa total de Gaara, poniendo en riesgo a la aldea. Gaara cae en las garras de la organización, que pretende extraer el monstruo de su interior, el Shukaku. Se alejan por el desierto mientras los persiguen Kankurou, quien se enfrenta a Sasori, descubriendo los nexos de él con la aldea de la arena y siendo prácticamente condenado a morir.
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